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Preguntas frecuentes
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¿Cuál es la formación profesional de un quiropráctico?En la mayoría de los países desarrollados, los estudios de Quiropráctica poseen carácter universitario y tienen una duración de 5 a 6 años a tiempo completo. Están especializados en Neurología, Biomecánica, Anatomía, Fisiología y Radiología. Constan de asignaturas comunes a todas las profesiones sanitarias y otras de carácter quiropráctico propio. Visita nuestro apartado sobre formación profesional para saber más.
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¿La Quiropráctica es segura?Si, la OMS (Organización Mundial de la Salud) considera la Quiropráctica como una práctica segura, siempre y cuando sea llevada a cabo por un profesional debidamente cualificado.
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¿La Quiropráctica es compatible con otros tratamientos o rehabilitación?Sí, es perfectamente compatible. De hecho, puede ser compaginada con tratamiento médico o rehabilitación fisioterapéutica. Son actividades completamente distintas y que se complementan perfectamente.
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¿Para quién está indicada la Quiropráctica?La Quiropráctica es beneficiosa para personas de cualquier edad, desde recién nacidos hasta ancianos y, para todo tipo de colectivos, desde embarazadas a deportistas.
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¿Hay alguna contraindicación para acudir a un quiropráctico?Esto lo determinará el propio quiropráctico después de haber realizado un estudio personalizado y meticuloso de cada caso. En Vera Quiropráctica trabajamos con una gran variedad de técnicas y herramientas que van desde fuerzas suaves a movimientos más dinámicos. Las técnicas suaves con las que trabajamos utilizan contactos sutiles que no tienen ningún tipo de riesgo ni contraindicación, esto nos permite trabajar con todo tipo de pacientes.
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¿Puede la quiropráctica curar mi dolor?El principal punto de enfoque de la Quiropráctica no es el dolor, sino asegurarse de que exista la mínima interferencia posible en el funcionamiento del sistema nervioso, que controla cada célula del cuerpo y, que determina cuánta salud somos capaces de expresar. En consecuencia, es muy posible que a medida que recibimos ajustes, muchos de los síntomas y dolores desaparezcan como parte natural del proceso y/o que ciertas enfermedades mejoren.
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¿Qué síntomas tengo que tener para visitar a un Quiropráctico?Es común que muchas personas esperen a tener dolor para acudir a un quiropráctico (u otros profesionales). Generalmente, cuando ya ha aparecido algún tipo de dolor o síntoma, significa que el cuerpo lleva en desequilibrio mucho tiempo y, en este estadio, es frecuente que el programa quiropráctico sea más intensivo y duradero. Por eso, los quiroprácticos insistimos en que no hay que esperar a tener dolor para realizarse un chequeo como medida preventiva y de cuidado de la salud. Cansancio, tensiones, rigidez, nerviosismo o estrés, son señales suficientes para darnos cuenta de que nuestro cuerpo nos está haciendo un reclamo. Si te sientes identificado con alguno de ellas, te recomendamos hacerte un chequeo quiropráctico para ver cómo estás. El objetivo de la quiropráctica no es curar ninguna enfermedad ni intentar suprimir ningún síntoma, sino liberar las interferencias que están desequilibrando tu cuerpo y potenciar su funcionamiento al máximo. Aunque el objetivo de la quiropráctica no está enfocado en el eliminar el dolor o los síntomas, es frecuente que se produzca una mejoría en la calidad de vida cuando se acude al quiropráctico. Algunos de los problemas que vemos con más frecuencia en nuestro centro son: Dolor de espalda. Dolor de cervicales. Dolores de cabeza, migraña. Mareos, vertigos. Problemas de sueño. Ciática, lumbalgia. Desviación de columna (escoliosis). Hernia discal. Bruxismo, dolor en la mandíbula. Dolor en las piernas. Dolor de hombros. Problemas respiratorios (asma, bronquitis,...). Problemas digestivos (reflujos, dolor abdominal, estreñimiento,...). Altibajos emocionales. Ansiedad. Fatiga, cansancio. Fibromialgia. Cólico del lactante (bebés). Otitis media. Torticolis. Hiperactividad. Dificultad para relajarse. Estrés. Molestias en general.
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¿Por qué es tan poco conocida en España?A nivel mundial somos la tercera profesión sanitaria en atención primaria en cuanto a número de pacientes (detrás de médicos y odontólogos). Incluso en muchos países de Europa, los quiroprácticos trabajan dentro de la Seguridad Social. En España todavía somos pocos, unos 300, ya que hasta hace poco no podíamos formarnos en nuestro país. Además, el hecho de que no exista una ley que regule esta profesión, tampoco ha ayudado, dando lugar a que muchas personas no cualificadas se hagan llamar quiroprácticos. Es recomendable tener especial cuidado en centros dónde se llame "Quiropraxia" en vez de "Quiropráctica". Quiropraxia es el término latino de Quiropráctica, aunque en España suelen utilizar esta nomenclatura masajistas o terapeutas que han hecho cursillos de pocos meses sobre manipulación espinal. Asegúrate de que tu quiropráctico está registrado en la AEQ (Asociación Española de Quiropráctica) para evitar ponerte en manos de una persona no cualificada.
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¿Cuánto durará el tratamiento?Esto depende de cada persona, su edad, estilo de vida, historial de salud y objetivos personales. En la primera visita te realizaremos una examinación muy completa y estudiaremos tu caso a fondo. A continuación, te explicaremos los hallazgos del estudio y qué tipo de programa quiropráctico es el más apropiado para ti. Si es necesario, el quiropráctico te dará algunas recomendaciones como ejercicios sencillos o consejos para cuidar y/o mejorar tu postura.
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¿En qué consiste nuestra primera consulta?Visita nuestra sección donde explicamos en qué consiste una primera visita con nosotros.
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